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Usar el compost es una de las mejores decisiones que podemos tomar a la hora de fertilizar suelo y plantas. La aplicación regular del compost, beneficia enormemente las características del suelo. Además, mantiene fuerte y sana cualquier especie vegetal en todas sus etapas fenológicas.
¿Dónde usar compost?
El compost lo podemos usar para todo tipo de cultivos y en todo tipo de suelo o tierra. Se puede usar de varias formas dependiendo de su etapa de maduración. Nos referimos concretamente a usar el compost fresco, compost maduro y purín de compost. Seguidamente os vamos a contar las claves de mezcla de estas tres utilizaciones.
Cómo usar el compost fresco o semi-maduro.
El compost fresco es cuando está en su fase mesófila, más específicamente en su etapa de enfriamiento. En este estado, los materiales están descompuestos solo de forma parcial. Es decir, todavía no es un producto estable. Por lo tanto, puede haber cambios de temperaturas que pueden afectar a nuestras plantas.
Para que esto no suceda, el compost fresco lo utilizaremos principalmente como acolchado en invierno, cuando las plantas tienen menos actividad vegetativa. También se puede utilizar para plantas que tengan grandes requerimientos de nitrógeno (N).
En su aplicación, se procurará depositarlo en la superficie, sin mezclarlo con la tierra y sin tocar los tallos y hojas de las plantas. Las lombrices del terreno, ayudarán a descomponer la materia orgánica y convertirla en humus. Todo este proceso se suele producir en un par de semanas.
Cómo usar el compost maduro.
En el compost maduro, la materia orgánica está totalmente descompuesta. Tiene un color marrón oscuro, tirando a negro. También su estructura es grumosa y de olor agradable. Lo podemos usar como acolchado o mezclándolo ligeramente con la tierra en todo tipo de cultivos y plantas.
Muchos actores dejan madurar el compost por mucho tiempo (6 a 8 meses) con la finalidad de usarlo como sustrato para semilleros. Especialmente en la germinación de semillas, sobre todo en especies hortícolas, aromáticas y ornamentales.
Cómo hacer purín de compost.
El compost lo podemos convertir de su estado sólido a líquido de una manera muy sencilla que os relatamos a continuación.
En primer lugar, preparamos un cubo o balde de unos 10 litros de capacidad con agua de lluvia o preferentemente sin cloro.
Seguidamente, introducimos de 2 o 3 Kg de compost en un saco de tela o una media usada. Lo sumergimos en el cubo y dejamos macerar durante 7 o 10 días.
Para obtener un biofertilizante de calidad, hay que remover el compuesto de dos a tres veces al día. También podemos agilizar la carga microbiana oxigenando el purín con una bomba de aire. De esas que se usan en los acuarios. También podemos mejorar el producto añadiendo melaza, algún caldo mineral o microorganismos benéficos. Según necesidades del cultivo. Si quiere mas información visite: Cómo hacer té de compost y 4 formas de potenciarlo.
Su aplicación se realiza en disoluciones del 20% (vía riego) y 10% (vía foliar)
Qué dosis usar de compost en plantas y terreno de cultivo.
La aplicación de compost se hará de acuerdo a los análisis de suelo realizados antes de iniciar un cultivo. Al mismo tiempo, es importante verificar la riqueza de nutrientes del suelo y sus requerimientos nutrimentales de elementos minerales puros.
Usar compost en cultivos hortícolas.
Hay que utilizar entre 8 y 10 toneladas de compost por hectárea. La aplicación puede hacerse antes de la siembra, con el paso de la última labor de rastra sobre las camas en el caso de que el cultivo se vaya a trabajar bajo este sistema o en el momento del aporque de las plantas en forma mateada.
Usar compost en patatas o papas.
La dosis de compost puede ser igual a la utilizada en el cultivo de hortalizas. El compost se aplica al fondo del surco en el momento de la siembra. No importa que el tubérculo entre en contacto con el compost. En cultivos cuya siembra se hace a “chorro continuo” también se puede actuar de esta manera.
Usar compost en almácigos.
Se puede utilizar una dosis de 1 a 2 kg por metro cuadrado. La aplicación en este caso se hace esparciendo el compost sobre la superficie del almácigo, para luego incorporarlo en los primeros 10 cm de suelo con la ayuda de un rastrillo.
Usar compost en frutales, café, cacao o banano.
Se pueden aplicar de 2 a 5 kg de compost por planta.
La primera aplicación se hace en el momento de la siembra colocando el compost al fondo de cada hoyo. Posteriormente se pueden hacer nuevas aplicaciones (3 a 4 ciclos por año) en dosis de entre 4 y 6 kg por planta.
Estas se harán en la corona de las plantas (a la altura de las ramas más extendidas o en la gotera del árbol) donde se colocará el compost para luego taparlo con tierra o con los mismos desechos que se encuentran en el entorno.
En el caso del banano se coloca el material alrededor de la planta y se tapa con los desechos del mismo cultivo para evitar su lavado o arrastre. En la producción florícola se realizan aplicaciones de hasta 42 t/ha (210 kg por cama de 32 m2 c/u).
Usar compost en macetas o contenedores.
La mezcla se realizaría al 50%, una parte de compost por una parte de tierra.
Uso del compost para huertos y jardines.
Se aplicará de dos a tres kilos de compost extendidos por cada metro cuadrado de terreno. Si queremos abonar únicamente determinadas plantas, arbustos o árboles, se extenderá alrededor de los mismos una capa de compost de entre dos a cinco centímetros de grosor.
Experiencias en el uso de compost como abono orgánico.
Desde nuestra experiencia, el compost se puede mezclar con diferentes abonos orgánicos como: humus de lombriz, bocashi y guano de murciélago. También, se puede mejorar añadiendo roca fosfórica, tezontle y biochar.
En definitiva, el compost ofrece múltiples posibilidades a la hora de crear un fertilizante sólido de calidad. Su mezcla es interesante para abonar diferentes tipos de cultivos según sus características de crecimiento y producción.
En lo referente a cuándo se puede usar el compost, os decimos que lo podéis usar todo el año. Claro está que en ciertas estaciones es mejor utilizarlo en sus diferentes fases, como hemos contado al principio de este artículo.
