Para obtención de híbridos F1 y F2 debemos de tener un mínimo de paciencia, ya que es un trabajo que se alargará en el tiempo. Con el resultado final, nos sentiremos orgullosos, ya que obtenemos una especie nueva echa por nosotros mismos.
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¿Qué es la hibridación de una especie?
El intercambio de material genético materno y paterno en las plantas mediante la producción sexual de semillas resulta fundamental para que la planta se adapte al medio, y puede explotarse para cultivar nuevas plantas (híbridos) con un mejor color, forma, hábito, resistencia a enfermedades o aroma según la necesidad del jardinero/a.
Un híbrido es un cruce entre dos plantas diferentes. Las diferencias pueden ser mínimas si se trata de dos variedades de la misma planta, o mayores si el cruce tiene lugar entre dos especies distintas. (Un cultivar -abreviatura de variedad cultivada- suele ser un híbrido pero no siempre es así. También puede tratarse de una variedad conocida de una especie, cómo es el caso de las mutaciones ocurridas de forma espontánea en la naturaleza).
Si los híbridos resultan del cruce entre dos plantas no relacionadas entre sí, por lo general el vástago se desarrollará con un gran vigor, como ocurre con los cruces de perros. Por el contrario, las plantas que se han autopolinizado durante varias generaciones tienden a perder vigor, al igual que los perros de raza.
En la hibridación industrial, las plantas progenitoras se separan durante un tiempo para averiguar si son estables y luego se seleccionan dos ejemplares con algunas de las características deseadas, uno de ellos como progenitor femenino y el otro como masculino.
A las flores del progenitor femenino se les extrae lo más pronto posible los estambres para evitar la autopolinización, tras la cual son polinizadas manualmente con polen del progenitor masculino para garantizar la procedencia de cada semilla.
Además, el progenitor femenino se protege de la acción de los insectos polinizadores cubriendo la planta o las flores con una bolsa hasta que se forman las semillas.
La primera generación de híbridos (F1) es uniforme. Si se cruzan los híbridos F1, la segunda generación (F2) presenta a una serie de formas reflejo de ambos progenitores, de la generación F1 y de otros.
Con frecuencia, se selecciona el vástago y se hibrida con otra planta para introducir características diferentes, o con uno de los progenitores originales de forma que se refuercen los rasgos propios del ejemplar.
Los híbridos F1 suelen resistir bien las enfermedades, pero tienden a florecer al mismo tiempo y las semillas son más costosas que las de F2. Si desea cultivar hortalizas, las semillas F1 aseguran una buena cosecha, mientras que las semillas de F2 o de especies son más adecuadas en el caso de plantas herbáceas.
Cómo hibridar una planta de jardín.
Aunque conseguir un híbrido estable por lo general resulta una tarea cara y laboriosa, el jardinero aficionado puedes disfrutar experimentando con esta técnica.
Algunos géneros como el de las dalias, los lirios o las rosas, tienden a heredarse por ellos mismos sin demasiado esfuerzo, y los resultados suelen ser bastante buenos.
De hecho, muchos híbridos que se pueden encontrar en la actualidad en el mercado fueron producidos originalmente por jardineros aficionados.
La hibridación casera no es demasiado complicada, pero requiere una aproximación metódica y cierta dosis de paciencia. Resultada de utilidad concentrarse en una especie o género y dedicarse a la obtención, por ejemplo, de trítomas de grandes flores, que resisten una temperatura de hasta – 20 ºC, o de una gran variedad de amapolas dobles.
Investigue las distintas especies o géneros con el fin de encontrar alguna característica que desee para su híbrido.
Seleccione entonces lo progenitores adecuados y empiece a hibridar, entrecruzando y volviendo a cruzar hasta dar con el ejemplar deseado.
Aunque las plantas difieran en la forma de las flores, el procedimiento para realizar la hibridación es básicamente el mismo.
Herramientas necesarias para la realización de híbridos.
- Varios pinceles delgados y pequeños para transferir el polen.
- Un par de fuertes pinzas y unas tijeras afiladas.
- Etiquetas.
- Una malla delgada o bolsas para cubrir las flores polinizadas.
- Un cuaderno de notas para registrar todos los cruces.
Para que una hibridación tenga éxito se necesitan dos plantas parentales con características estables, por lo general de especies o selecciones de una especie del mismo género o, menos comúnmente, de especies de géneros diferentes.
Al cruzarlos, los padres producirán vástagos con características uniformes y el resultado será el mismo en los sucesivos cruces.
Estos híbridos se denominan de primera generación, o F1. Si los híbridos F1 se entrecruzan entre sí, la segunda generación, o híbridos F2, exhibirán un nuevo abanico de formas con características propias de ambos progenitores y de los híbridos F1 en distintos grados.
Cómo obtener híbridos F1 y F2 de plantas originales PDF