El injerto es una técnica de propagación vegetativa que consiste en unir una parte de una planta (injerto) con otra (patrón) para que crezcan juntas y formen un solo individuo. El injerto tiene muchas ventajas, como mejorar la producción, la calidad y la resistencia de las plantas, así como permitir la obtención de variedades nuevas o raras. Sin embargo, el injerto también requiere de unos cuidados especiales después de su realización para asegurar el éxito de la unión y el desarrollo de la planta injertada.
En este artículo, ofrecemos claves importantes para los cuidados después del injerto y considerar aspectos esenciales para su mantenimiento.
Palabras clave: injerto, cuidados después del injerto, propagación vegetativa, plantas, técnicas de injerto.
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Supervisión de ligaduras.
Las ligaduras son los materiales que se usan para sujetar el injerto al patrón y evitar que se separen o se muevan. Las ligaduras deben ser lo suficientemente fuertes y flexibles para mantener la presión y el contacto entre las partes injertadas, pero también deben permitir la cicatrización y el crecimiento de las mismas. Las ligaduras deben revisarse periódicamente para comprobar que no estén demasiado apretadas o flojas, y para retirarlas cuando ya no sean necesarias, lo cual dependerá del tipo de injerto y de las condiciones ambientales.
Desmochado (o descabezado) del patrón.
El desmochado consiste en eliminar la parte superior del patrón para favorecer el desarrollo del injerto. El desmochado se realiza cuando el injerto ha prendido y empieza a brotar, lo cual puede tardar desde unas semanas hasta varios meses, según el tipo de injerto y de planta. El desmochado debe hacerse con cuidado para no dañar el injerto ni dejar heridas grandes en el patrón que puedan facilitar la entrada de enfermedades o plagas.
Desyemado del patrón.
El desyemado consiste en eliminar los brotes que puedan surgir en el patrón por debajo del punto de unión con el injerto, ya que estos brotes compiten con el injerto por los nutrientes y el agua, y pueden afectar a su crecimiento y calidad. El desyemado debe hacerse con frecuencia y con herramientas adecuadas para evitar herir al patrón o al injerto.
El desyemado puede variar según el tipo de injerto que se haya realizado:
a) En un injerto lateral, el desyemado se hace eliminando los brotes que salen del patrón por debajo del injerto, pero dejando los que salen por encima, ya que estos ayudan a mantener el equilibrio de la planta y a proteger al injerto del sol directo.
b) En un injerto en cabeza, el desyemado se elimina todos los brotes que salen del patrón, por encima y por debajo del injerto, ya que en este caso el único responsable del crecimiento y producción de la planta.
Tutorado del injerto.
El tutorado consiste en colocar un soporte o una guía al injerto para evitar que se doble o se rompa por el peso o por el viento. El tutorado es especialmente importante en los injertos herbáceos o en los que tienen un porte alto o débil. El tutor debe ser lo suficientemente firme y resistente para sostener al injerto, pero también debe ser flexible y adaptable para no impedir su crecimiento ni causarle daños. El tutor debe colocarse lo más cerca posible del punto de unión entre el injerto y el patrón, y debe fijarse con materiales suaves que no lastimen al injerto ni le impidan respirar.
Supresión del tocón.
El tocón es la parte inferior del patrón que queda después de realizar el desmochado. El tocón debe suprimirse cuando el injerto ha alcanzado un tamaño suficiente para sustituir al patrón como fuente principal de nutrientes y agua para la planta. La supresión del tocón debe hacerse con cuidado para no dañar las raíces ni el cuello del injerto, y debe cubrirse la zona con tierra o con algún material orgánico para evitar la pérdida de humedad o la aparición de malas hierbas.
Vigilancia del estado sanitario.
El estado sanitario del injerto y del patrón debe vigilarse de forma constante para detectar y prevenir posibles problemas de enfermedades o plagas que puedan afectar a la planta. Algunos de los síntomas que pueden indicar la presencia de algún problema son: marchitamiento, amarillamiento, caída de hojas o frutos, manchas, deformaciones, agujeros, exudados, etc. Ante cualquier signo de alarma, se debe identificar la causa y aplicar el tratamiento adecuado lo antes posible, siguiendo las recomendaciones de los expertos o de las etiquetas de los productos.
Estos son algunos de los cuidados más importantes que hay que tener en cuenta después del injerto, pero no los únicos. También se deben considerar otros aspectos como el riego, la fertilización, la poda, el aclareo, etc., según el tipo de planta y de injerto que se haya realizado. El injerto es una técnica muy útil y beneficiosa para la agricultura, pero también requiere de una atención especial y un seguimiento continuo para garantizar su éxito y su rentabilidad.