La bacteria Azospirillum pertenece al grupo de bacterias que estimulan el crecimiento en las plantas. Son un grupo de diferentes especies que pueden incrementar el crecimiento y la productividad vegetal.
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Estas bacterias de estimulación de crecimiento se pueden dividir en dos grupos:
- Bacterias estimulación de crecimiento en plantas, donde la bacteria afecta a las plantas suprimiendo otros microorganismos. Los mecanismos que estas bacterias utilizan pueden ser a través de su propio metabolismo (solubilizando fosfatos, produciendo hormonas o fijando nitrógeno), afectando directamente el metabolismo de la planta (incrementando la toma de agua y minerales), mejorando el desarrollo radicular, incrementando la actividad enzimática de la planta o “ayudando” a otros microorganismos benéficos para que actúen de mejor manera sobre las plantas (1).
- Bacterias de estimulación de crecimiento en plantas con capacidad de control biológico, las cuales promueven el crecimiento de la planta al suprimir los fitopatógenos.
Azospirillum.
En la naturaleza se pueden encontrar diferentes tipos de especies de bacteria Azospirillum como:
A.Brasilense, A. canadense, A. doebereinerae, A. fermentarium, A. formosense, A. halopraeferens, A. humicireducens, A. irakense, A. largimóvil, A. lipoferum, A. melinis, A. oryzae, A. picis, A. rugosum, A. thiophilum, A. zeae.
Se ha demostrado que los cultivos puros de Azospirillum sp. producen auxinas, citoquininas y sustancias similares a giberelinas, hormonas que participan en el desarrollo vegetal (2)
Por lo tanto, el género Azospirillum pudiera resultar benéfico para estimular el desarrollo vegetal (3), el rendimiento de granos y semillas y producir tasas de fijación de nitrógeno en gramíneas de hasta 30 a 40 kg/ha/año. (4)
En el sector agrícola, la bacteria A. Brasilense es la mas estudiada debido a los beneficios que aporta a los cultivos.
A. Brasilense ayuda a la sanidad vegetal es su capacidad para ser capaz de producir los reguladores de crecimiento de las plantas.
Efecto de Azospirillum en las plantas.
Diversos estudios han demostrado los siguientes resultados: (5) (6)
- Incremento en peso seco total, concentración de nitrógeno en follaje y grano, número total de espigas, espigas fértiles, y mazorcas.
- Floración y aparición de espigas más temprana.
- Incremento en el número de espigas y granos por espiga.
- Plantas más altas e incremento en el tamaño de la hoja.
- Tasas de germinación más altas.
También se ha observado un incremento en el desarrollo del sistema de raíces, tanto en longitud como en volumen. (5) (6)
Cómo reproducir Azospirillum en laboratorio.
Cómo reproducir Azospirillum de forma casera.
Conclusión.
Las bacterias promotoras de crecimiento en plantas con capacidad de control biológico evitan el daño que los fitopatógenos ocasionan en las plantas por medio de diferentes mecanismos que incluyen competencia con el patógeno, reemplazo físico del fitopatógeno, secreción de sideróforos, síntesis de antibióticos, producción de enzimas que inhiben a los fitopatógenos y estimulación de la resistencia sistémica de la planta.
Por su parte, las bacterias promotoras de crecimiento en plantas promueven el crecimiento vegetal a través de mecanismos tales como fijación de nitrógeno, solubilización de fosfato, secreción de hormonas y/o ayudando a otros microorganismos benéficos a funcionar más efectivamente.
Por suerte ya podemos encontrar en el mercado productos inoculantes con la bacteria Azospirillum. Sin duda, una gran opción orgánica y ecológica para fertilizar y proteger nuestros cultivos.
Fuentes literarias consultadas:
- (Bashan y Holguin, 1998).
- (Schnak et al.,1981; Smith et al.,1984)
- (Kapulnik et al., 1985).
- (Okon, 1982).
- (Bashan et al., 1989; Bashan et al., 1989; Crossman y Hill, 1987; Dayakar et al., 1991; del Gallo y Fabbri, 1990; Fages y Arsac, 1991; Favilli et al., 1993; Fernández-Vega, 1995; Gamo y Ahn, 1991; Kolb y Martín, 1985; Kothariy Saraf, 1986; Mortley y Hill, 1990; Puente y Bashan, 1993; Russel y Ifiorah, 1995).
- (Albrecht et al., 1981; Bandani y Döberreiner, 1980; Bashan, 1986; Bhattarai y Hess, 1993; Bouton et al., 1979; Bouton y Zuberer, 1979; Carrillo-Garcia et al. 2000; Fulchieri y Frion, 1994; Mertens y Hess, 1984; O’hara et al., 1981; Ozturk et al. 2003; Pacovskyet et al., 1985; Puente y Bashan, 1993; Schank et al., 1985; Schank et al., 1981; Stancheva et al., 1992; Saubidet et al. 2002; Warembourg et al., 1987).
Especial mención al libro:
Microbiología agrícola. Hongos, bacterias, micro y macrofauna, control biológico y planta-microorganismo.
Ronald Ferrera-Cerrato y Alejandro Alarcón.
Fuentes digitales consultadas:
- smbb.mx
- agriculturers.com
- redalix.org
- wikipedia