El jardín de Emilia Hazelip [AGRICULTURA SINÉRGICA]

Fuente: Canal de youtube Portal Ambiental.
Los 4 principios de la agricultura sinérgica son; Ningún trabajo en el suelo. Cero fertilizantes. Ningún tratamiento químico. Ninguna compresión del suelo. Clic para tuitear

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Emilia Hazelip (Barcelona, 18 de julio de 1937 – Carcassonne 2 de febrero de 2003) ​fue una agricultora biológica, pionera en el concepto y la metodología de la agricultura sinérgica y la precursora de la permacultura en Francia.

Sus métodos de cultivo fueron inspirados principalmente por los trabajos del microbiólogo y agricultor japonés Masanobu Fukuoka así como de la permacultura de Bill Mollison y David Holmgren, las transmutaciones biológicas de Corentin Louis Kervran, la obra científica de Marc Bonfils: Suelo y Erosión (Le Sol et l’Erosion), la agricultura de subsistencia, entre otras investigaciones, obras y técnicas de cultivo.

Este huerto, de producción muy intensa y con un rendimiento de gran calidad. Ha sido trabajado usando un nuevo sistema para mantener la fertilidad del suelo. Hoy en día, la búsqueda de sistemas para una agricultura sostenible, hace que el trabajo de Masanobu Fukuoka merezca ser conocido.

Lo que él propone, es una agricultura fundamentalmente diferente a lo que hasta ahora se está haciendo. El no labra la tierra o hace cualquier otro trabajo del suelo. Tampoco usa o entierra ninguna clase de fertilizantes, ya sean biológicos o químicos.

Fukuoka es un microbiologísta y campesino agricultor japonés. En 1937 empezó una agricultura revolucionaria, que podría ser considerada, como la primera reforma agronómica desde que la agricultura existe.

Soy una Agricultora que vive en Francia. Mi aprendizaje en la cultura biológica, tuvo lugar en California a principios de los años 60.

En laboreo y todos los trabajos de la tierra que debía hacer, me recordaba a las tierras quemadas, doloridas, que había visto en Castilla.

Cuando era pequeña me interesa el trabajo de Fukuoka. En 1978 cuando leí su libro “La revolución de una sola paja”, me di cuenta que era la prueba viva que mi intuición era válida. Es decir, que el trabajo de la tierra no es necesario. Pero cuando empecé practicando las técnicas de Fukuoka, los resultados que tenía eran tan malos, que rápidamente comprendí de la necesidad de modificar y adaptar su sistema a otras condiciones climáticas.

La huerta que os voy a describir, ha estado hecha siguiendo los mismos principios que Fukuoka. Propuesta para la obtención de cosechas de alta calidad. Manteniendo de manera permanente la fertilidad de un suelo salvaje, este sistema utiliza la dinámica de la Ley de la sinérgia.

Después del último laboreo para preparar los bancales, delimitamos con palos donde vamos hacer los pasillos.

Con una pala, la tierra se va sacando del pasillo y se pone en el espacio del bancal.

Sí la calidad de vuestra tierra lo permite, ahondar de nuevo para aumentar la profundidad de los bancales. Cuanto más profundo, más tierra para las raíces de las plantas.

Con un rastrillo, aplanar la parte superior para aumentar la superficie plana del bancal. Después de instalar el sistema de riego, cubrir con el acolchado los bancales y pasillos. En mi caso he utilizado un mousse de lana de borrego.

Las dimensiones de los bancales:

  • 1,20 m de ancho.
  • 0,50 m para los pasillos
  • La altura depende de lo que podáis, con 50, 60 cm es suficiente.
  • Coger la tierra de los pasillos para aumentar los bancales.

Podéis hacer los bancales de cualquier forma que queráis, pero siempre respetar las dimensiones que os permita llegar al centro del bancal fácilmente. El acolchado de paja, es uno de los mejores y muy fácil de poner. Ayuda aguardar la estructura del suelo y lo enriquece de materia orgánica. Mis bancales tienen 50 centímetros de altura, me llegan a las rodillas.

En situaciones en los que la lluvia inunda el huerto, los bancales impiden que el agua arrastre la tierra y las plantas. El huerto con todos los bancales terminados es de una dimensión de media hectárea de superficie.

Otra manera de preparar la tierra para hacer un huerto o para cualquier otro uso. Es hacer un acolchado con cartones o cualquier otro material biodegradable, cómo viejas alfombras. Al cubrirlo se anula la mala vegetación del suelo.

Aquí vamos a sembrar patatas, al mismo tiempo que eliminaremos un campo de cardos. Con la agricultura sinérgica, los manejos que son negativos a la fertilidad del suelo, simultáneamente se ponen un fin, a la necesidad de compensar estas pérdidas.

Cómo al mismo tiempo se evita el pisoteo que compresiona la tierra mientras ella trabaja o porque no se deja la lluvia cae lentamente, sobre un suelo desnudo. El volteo de la tierra para airearla artificialmente ya no es necesario.

Como las plantas son capaces de sintetizar materia a partir de la luz del sol y como, además, son capaces de hacer transmutaciones biológicas. No es correcto el cálculo que se hace, como que hay que restituir a la tierra la misma cantidad de elementos en las plantas cosechadas.

Las plantas solo cogen del suelo los minerales y oligoelementos, una cantidad del 2% de la masa vegetal total.

El 77,5% restante, las plantas se lo crean gracias al sol y a los gases atmosféricos.

Después de una cosecha, se le da a la tierra las partes de las plantas que no tienen directa utilización para nosotros. Lo que las plantas van a dejar en la tierra, será mayor que lo que en minerales utilizaron del suelo.

Además, la integridad de los microorganismos en un suelo no traumatizado por laboreos. Va aumentar el nivel del humus microbial y residual.

Para llevar a cabo la cosecha de las patatas en los bancales, es muy fácil. Justo tenemos que abrir el acolchado y sacarlas sin tener que molestar la tierra cuando la sacamos.

Utilizando los lados de los bancales para poner plantas.

La presencia de los Claveles de India, ayuda a proteger otras plantas de ataques de nematodos. En la primavera se puede retirar el acolchado un día o dos antes de sembrar, para que la tierra se vaya calentando. Las habas aparte de ser comestibles, se utilizan como plantas fijadoras de nitrógeno atmosférico.

A pesar de que no dependemos del compost como fertilizante para el huerto. Cómo reciclamos compostando todas las basuras biodegradables de la cocina y de la casa. El compost que así obtenemos se utiliza en el invernadero o para empezar plantones.

Todo trabajo de siembra y trasplante hecho en este huerto, se hizo a mano durante 2 meses y por 2 personas.

La agricultura sinérgica funciona combinando acciones y coordinando fuerzas entre todos los elementos de un sistema. Gracias a la acción simultánea de las partes que lo componen, que juntas tienen un efecto total superior a la suma individual de elementos que lo componen. La materia viva, sabe cómo crear orden a partir de un estado de caos. Solamente la materia viva posee de esta característica.

Guisantes y cualquier otro tipo de habichuelas pertenecen, con las lentejas y garbanzos, a la familia de las legumbres. Sembramos las judías sacudiendo un poco de ceniza en la tierra donde se van a sembrar.

La ceniza es muy rica en potasio, sustancia que estimula la germinación y crecimiento de las legumbres.

Estás plantas tienen en sus raíces, una relación simbiótica con las bacterias. Tienen la capacidad de absorber el nitrógeno gaseoso de la atmósfera, este amonio penetra en la legumbre como un ácido amínico o se convierte en un nitrato por la acción de los microbios del suelo.

Entonces otras plantas pueden aprovecharse de este fertilizante, una hectárea de frijoles o lentejas es capaz de fijar en el suelo, hasta 550 kg de nitrógeno durante su cultivo. Aparte del fertilizante gratuito que estas plantas dan al suelo; este, no queda traumatizado por cualquier clase de arados. Está colonizado también por muchos otros organismos. Todos los microorganismos participan, no solamente en la alimentación de las plantas cultivadas, sino que también están muy activos en la destrucción de los patógenos. Toda esta vida microscópica crea un espiral de fertilidad creciente.

En un gramo de suelo natural, puede haber hasta 4 billones de bacterias. La cantidad de sus cadáveres, puede llegar a ser de 80.000 kg de peso en una hectárea y en un año. En suelos cultivados, solamente unos 6000 kg. Las micorrizas y otras bacterias viven gracias a las plantas, gracias a los azúcares que las raíces exudan.

Después de la cosecha, las plantas se siegan. Dejando siempre las raíces en la tierra para que se vayan descomponiendo lentamente. Mientras la parte aérea, se deja sobre los bancales en tanto como abono verde, seco; como acolchado.

Las cebollas se ponen en los costados de los bancales. Estás plantas lo mismo que los ajos y los puerros, además de ser comestibles son también muy beneficiosas para el bienestar de todas las otras plantas. Ya que inhiben la proliferación de nematodos y muchas otras clases de parásitos.

La presencia de estas plantas es multifuncional. Además, el tallo de estas plantas es muy derecho y estrecho, se pueden poner por todas partes. Especialmente en los bordes de los bancales mezclándose con todas otras clases de plantas. El residuo órgano descompuesto en forma de mantillo, es responsable de la transformación de los elementos nutritivos minerales del suelo, en elementos solubles que las plantas pueden utilizar para su alimentación.

Hay dos clases de mantillo, el mantillo microbiano y el mantillo residual.

El mantillo microbiano, se puede hacer muy rápidamente en un suelo enriquecido con cadáveres de microorganismos del suelo, heredados de los acolchados y la materia orgánica almacenada de otros cultivos.

El suelo, es como el océano. Los organismos que lo habitan, aunque todos respiran del aire que les hace falta, les viene como a través de un filtro. En la tierra con los arados, se incorpora dentro del suelo tal exceso de aire que los microorganismos se mueren por billones. Quemados por tanta cantidad de gases atmosféricos.

Estoy recogiendo acelgas de otra zona del huerto. Muchas plantas si se las deja al libre albedrio, que broten de sus semillas van a crecer solas. Una vez que las plantas están un poco crecidas, se las puede trasplantar a donde uno quiera. Estás acelgas las estoy poniendo en los bordes del bancal.

La siega del césped y campos de hierba, pueden ser utilizados como acolchados.

Pero hay que tener cuidado de que no lleven semillas. También las recogeremos después de que se hayan secado bien.

El primer año al preparar la tierra para hacer los bancales, se ha precipitado una combustión de la materia orgánica. El suelo va asumir muy rápidamente el acolchado y se tiene que ir añadiendo para no dejar el suelo desnudo en ningún sitio.

Se pueden utilizar una gran diversidad de materiales para el acolchado. Papeles diversos, periódicos, lana de ovejas, los residuos de las cosechas, soja, maíz y la paja de avena. Protegen el suelo de infecciones de hongos patógenos. Ya que estos acolchados atraen estreptomicetos y sudan antibióticos. Protegiendo las plantas para mantener la salud. Para mantener el suelo fértil, es necesario tenerlo siempre cubierto con un acolchado permanente.

En la naturaleza, la tierra viva se mantiene siempre protegida. En los bosques, con un acolchado de hojas y toda clase de residuos del sitio. Los bosques crean unos suelos muy fértiles, con manquillos muy profundos. En las praderas, la tierra se protege con una gran diversidad de plantas vivas.

Los acolchados de los pasillos del huerto, están hechos con el triturado de ramas.

Todas las malas hierbas se sacan en el primer año de existencia del huerto. Se tendrá que reservar tan a menudo, como si se tratara de cualquier otro sistema agrícola. Pero este trabajo disminuye cada año. Este es un sistema que evoluciona.

Introduje en mi huerto esta raza de patos “corredor indio”. Porque de todas las razas de patos, son los que más babosas comen. Este es un sistema de introducir depredadores, que van a comer babosas. Desgraciadamente estos patos se comen también plantas del huerto, así que ya no les puedo dejar libre acceso al mismo.

Los depredadores que nos van ayudar a mantener plagas en el huerto son: lagartos, serpientes, ranas, erizos y algunos escarabajos.

Con unos cilindros de cobre, se pueden poner alrededor de las plantas justo después de trasplantarlas. Si se los maneja con cuidado, estos cilindros pueden durar muchos años.

A la salida de la puerta de la cocina, he hecho una espiral en la que crecen plantas aromáticas. Hay tres clases de salvia, orégano, tomillo y estragón. En la parte norte, menta y perejil, arriba de todo, una capuchina.

Flor de caléndula se puede comer y además protege las patatas de los nematodos, especialmente tomates y patatas. Las Capuchinas ahuyentan el escarabajo de las judías y protegen a las coles de los nematodos negros y a las calabazas de sus parásitos. Las hojas, flores y las semillas cuando están verdes también son comestibles.

Otro participante muy importante para la auto fertilidad del suelo, es la lombriz.

La lombriz labradora, que circula en la profundidad del suelo. Esta lombriz se alimenta de plantas muertas, hojas, tallos, y raíces, bacterias, fracciones de minerales, hasta de carne y grasa crudas. Pero no come compost.

La lombriz cada día produce el equivalente de su peso en sus rechazos y una hectárea de tierra no traumatizada, puede producir en un año 10.000 kg de residuos. Esta cantidad corresponde al 5% del volumen total del suelo.

Son también capaces de airear el suelo, hasta 5 metros de profundidad y sus galerías reforzadas con sus secreciones, ayudan con el desarrollo de las raíces de las plantas. En tierras arenosas los agregados producidos por sus rechazos, incrementan la capacidad del suelo a retener humedad. El peso del número de lombrices que se ha observado en un campo sin arar ha sido de 1500 kg.

Cuando cosechamos plantas como las lechugas, las cortamos más arriba que el tallo. Pero por favor, tener mucho cuidado con pisar el bancal. El peso aplasta el suelo y esto es negativo. Hay que evitar el tener que voltear de nuevo el suelo porque se le aplasto.

A pesar de que la especie humana, es tan conservativa que todavía sigue hoy repitiendo los mismos gestos agrícolas que empezaron a hacerse en la prehistoria. También otra de nuestras características, es de poder cambiar y adaptarnos a nuevas condiciones cuando las situaciones lo exigen. Y hoy en día, es ese nuestro interés y el interés de todas las vidas en el planeta.

De que aprendemos a producir nuestra comida y de una manera profundamente ecológica.

Estamos en el mes de agosto, las lechugas ya se han cosechado. Pero han crecido de nuevo y ahora irán haciendo flores y luego semillas que el viento podrá diseminar y algunas germinarán. Muchas habrá que se podrán dejar donde crezcan o trasplantarlas donde sea más conveniente.

Claveles de India, son muy beneficiosos para muchas plantas. A los tomates los protege de la mosca blanca. Las flores son muy importantes en este tipo de agricultura. Atraen insectos polinizadores, insectos benéficos. Las flores son eslabones, en la creación de ecosistemas alimenticios durables.

Describir la producción de mi huerto, el tamaño, calidad y cantidad de las plantas y de la cosecha no ha sufrido en nada el hecho de que ni compost, ni estiércol, ni sangre de esto, ni polvo de lo otro, se haya puesto en este huerto.

El clima aquí permite que las coles, puerros, zanahorias y otras plantas se cosechen durante todo el otoño e invierno. Puerros y lechugas en los bordes de los bancales. Estos puerros se les puso aquí tres meses antes.

Las lechugas a medida que se cosechan, se van poniendo otras entre los puerros. Siempre se dejan las raíces de lo que se puede. Estás plantas de tomates, no recibieron ninguna preparación o tratamiento para que estén sanos y que den una buena cosecha.

Las zanahorias se han sembrado muy cerca y hay que sacar de entre medias. Si se espera para hacer esto. Zanahorias que ya estén algo crecidas se sacan y se puede comer.

Es posible retirar el acolchado mientras que uno está trabajando, pero hay que acordarse de volver a cubrir el suelo cuando uno ya termina el trabajo.

Estamos en otoño, las cosechas de verano están terminándose y ahora hay que poner de nuevo puerros y lechugas en el huerto. Vamos a trasplantarlos entre las plantas viejas que han echado flor, que termine en su ciclo vegetativo. Para que los residuos que dejen en el suelo sean variados.

A partir de la primera temporada en que empezamos el huerto, vamos a mantenerlo constantemente en una diversidad generosa de especies de plantas y de edades diferentes.

Para vivir y estar sano, el suelo necesita la presencia de raíces en su seno. Tanto como las plantas necesitan la luz del sol. Si se quiere mejorar la calidad del suelo, lo que hay que hacer es poner muchas plantas y plantas con tipo de raíces diferentes y dejarlas morir dónde han vivido.

Hay que dejar siempre en la tierra, la parte de las plantas que no se usan. Las raíces dentro de la tierra, la parte aérea segada y dejarla como acolchado sobre el bancal. No ceban la tierra, si se hace, uno impide que el organismo que es el suelo, puede alimentarse por sus propios medios.

Los problemas de digestión, que se manifiestan como síntomas de enfermedades en las plantas es lo que suele ocurrir. El suelo, es un organismo capaz de mantenerse en buen estado de salud.

El suelo y las plantas forman un solo e indivisible sistema. Nos incumbe aprender cómo relacionar con este organismo, en vez de lo que hasta ahora se va haciendo. Que es forzar el suelo a que se acomoden a lo que los ingenieros agrónomos y agricultores han decretado. Que es la mejor manera de ganar dinero, mientras que se extraen cosechas.

Las plantas de apio, en estos bancales dominan. Cuando echan Flor, su volumen se hace tan grande que vamos a aprovecharlas para acolchar.

También hay muchas plantas espontáneas, llamadas malas hierbas. Que vamos a sacarlas para que no se resiembren. Esta manera de reservar es muy lenta, como se retiran las raíces, no hay riesgo de que vuelvan a salir y como el suelo no se vuelve a voltear, tampoco va a haber semillas que vallan poder germinar.

Así es que, con el tiempo el trabajo de desherbar desaparece. En un sistema evolutivo, como es esta agricultura. Cualquier trabajo que se hace en un año, al año siguiente ya no se repite de la misma manera.

Todo en un huerto puede servir como acolchado, pero aseguraros que las raíces ciertas plantas no deseadas, se las deja secar en los pasillos. Antes de ponerlas de nuevo como acolchado en los bancales.

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Relato extraído del único video que hizo Emilia Hazelip, sobre agricultura ecológica y cultura Sinérgica.

EstoEsAgricultura quiere así, rendir un pequeño homenaje a Emilia y a este gran video.

El jardin de emilia hazelip pdf

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