La red de nutrientes del suelo es de vital importancia para un buen desarrollo de las plantas y cultivos. El suelo alberga la mayor biodiversidad de especies de la naturaleza. En él, se pueden encontrar más de 1.000 especies de invertebrados en un solo metro cuadrado de suelo fértil. Además, muchas de las especies de insectos terrestres del mundo habitan en los suelos durante al menos alguna etapa de su ciclo vital.
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En un suelo sano y fértil viven varias especies de animales vertebrados, diversas especies de lombrices de tierra, entre 20 y 30 especies de ácaros, unas 5-100 especies de insectos, decenas de especies de nematodos, centenares de especies de hongos y quizás miles de especies de bacterias y actinomicetos.
En la última década, la red trófica del suelo y los habitantes de la misma han sido el objetivo de investigación de organismos gubernamentales de gran prestigio. Debido a este afán por averiguar cómo funciona el suelo, nos surge la pregunta; ¿Por qué se está investigando tanto?
Podemos destacar algunos aspectos fundamentales como: lucha contra el cambio climático, parar la desertificación y la pérdida de suelo fértil, alimentación “sana” y libre de químicos, industria agrícola sostenible y sustentable, entre muchos.
¿Qué funciones desempeñan la biota de la red de nutrientes del suelo?
- Mantenimiento de la estructura del suelo.
- Regulación de los procesos hidrológicos del suelo.
- Intercambio de gases y captura de carbono.
- Detoxificación del suelo.
- Ciclo de nutrientes.
- Descomposición de la materia orgánica.
- Erradicación de plagas, parásitos y enfermedades.
- Fuente de alimentos y medicinas.
- Relaciones simbióticas y asimbióticas con las plantas y sus raíces.
- Control del crecimiento de las plantas (mejora y supresión)
La red de nutrientes del suelo y su importancia en el sector agrícola.
Desde el inicio de la vida vegetal la simbiosis planta y suelo siempre ha estado muy relacionada, ya que se retroalimentan una de otra. Gracias a la luz del sol y la fotosíntesis, las plantas además de alimentar a los animales y humanos, alimentan una gran cantidad de macro y microorganismos que viven en el suelo.
Topillos, lombrices, ciempiés, colémbolos, hormigas, babosas, larvas de coccinélidos, insectos, son algunos de los que podemos ver con nuestros propios ojos. Sin embargo, si usamos un microscopio y observamos una muestra de suelo, nos podemos encontrar: bacterias, hongos, protozoos, nematodos en cantidades asombrosas.
Pero un momento. Todo buen amante del cultivo de plantas sabe que por medio de la fotosíntesis de las hojas, la planta obtiene su energía principal. Lo que a lo mejor muchos/as no saben, es que por medio de sus raíces las plantas crean exudados. Los exudados están compuestos principalmente de proteínas y carbohidratos (incluidos los azúcares) y son el alimento de ciertos hongos y bacterias benéficas que viven en el suelo.
La mayor parte de esta vida se encuentra en los primeros diez centímetros del suelo agrícola o suelo cultivable. Es más, en una sola cucharada de café de suelo fértil nos encontramos con mil millones de bacterias invisibles, varios metros de hifas fúngicas igualmente invisibles, varios miles de protozoos y unas pocas docenas de nematodos.
Todos estos habitantes de la red trófica edáfica se encargan de desempeñar funciones vitales que interactúan directamente con los sistemas biológicos, atmosféricos e hidrológicos.
Los organismos del suelo son esenciales en los ciclos de nutrientes, regulando la dinámica de la materia orgánica del suelo, la captación de carbono y las emisiones de gases de efecto invernadero, modificando la estructura física del suelo y los regímenes hídricos, aumentando el volumen y eficiencia de la absorción de nutrientes por la vegetación mediante las relaciones mutuamente beneficiosas y mejorando la salud vegetal.
Además, mantiene bajo control bacterias y hongos perjudiciales dentro de la red. Por tal motivo, el uso de pesticidas, insecticidas y fungicidas químicos están totalmente prohibidos para el mantenimiento de un suelo vivo.
La agroindustria tiene que dar un paso “gigantesco” teniendo en cuenta estos aspectos fundamentales. El objetivo de la transformación está bien definido, ir hacia una agricultura sostenible y respetable con los ecosistemas. Si no es así, quizás deberíamos dejar la regeneración del campo agrícola a la vida salvaje y el humano empezar a alimentarse de cultivos hidropónicos e insectos, que por cierto, son muy nutritivos.
¿Es la red de nutrientes del suelo un arma efectiva para la lucha y el control del clima?
Casi toda esta vida microscópica que compone una red de nutrientes, se alimenta principalmente de carbono. Un suelo fértil y vivo es el principal componente para mitigar y eliminar el exceso de carbono que hay en la atmósfera.
Diversos estudios e investigaciones, han probado con hechos científicos que esto es así. Es más, la agricultura industrial es uno de los principales problemas a la hora de mantener la red de nutrientes del suelo. Los motivos son varios; desde el uso de químicos para alimentar las plantas, hasta la práctica de arar la tierra a nivel industrial.
Aquí os dejamos un documental muy explicativo del impacto de la agroindustria en el planeta. Kiss the ground. Está disponible en los principales canales de streaming. Aquí os dejamos el tráiler y su web.
¿Cómo mantener en buen estado la red de nutrientes del suelo?
La primera decisión que tenemos que tomar es eliminar el uso de fertilizantes químicos, pesticidas, insecticidas y fungicidas. Estos químicos son tóxicos para ciertos miembros de la red de nutrientes del suelo y alteran la vida negativamente dentro de la misma. Por lo consiguiente año tras año se depende más de este tipo de productos, llegando a convertir un suelo fértil en inútil para la práctica agrícola.
Hay que observar y analizar que suelo tenemos en nuestras manos y empezar a usar métodos para favorecer la red de nutrientes. El uso de productos bio o artesanales para la fertilización del suelo, tienen un impacto importante para la conversión del mismo. Favoreciendo las condiciones para que se instale todo este ecosistema.
Si queremos realizar la transición, hay que ir incorporando diferentes métodos para favorecer el establecimiento. Algunas prácticas son:
- Uso de biofertilizantes para acelerar la descontaminación del suelo. Super magro, té de compost, humus de lombriz líquido son algunos ejemplos de buenos biofertilizantes líquidos.
- Planear y organizar una buena rotación y asociación de cultivos. Con la rotación de cultivos se incentiva una mayor biodiversidad microbiológica y con la asociación se crean simbiosis para la lucha y el control de plagas. Además, se protege el suelo gracias a la densidad entre especies.
- Implementar cubiertas verdes. Su uso evita escorrentías y retiene humedad, protege de la erosión del suelo, mejora las características físicas del suelo, etc. Además, se produce biomasa para realizar acolchados y producir materia orgánica.
- Control de plagas. El control biológico está produciendo productos muy novedosos y efectivos. Su uso esta libre de sustancias químicas.
- Para recuperar grandes extensiones de terreno cultivable, el pastoreo ha demostrado tener efectos muy positivos en la regeneración de suelo y ecosistemas en tiempos relativamente cortos.
Fuentes consultadas:
- Red trófica del suelo. Bioterra.com.uy
- Suelos y biodiversidad. FAO
- Energiahoy.com
- Kiss the ground. Documental.
- Cultivar con microbios. Jeff Lowenfels / Wayne Lewis. (Te recomendamos su compra)