Producción agrícola manteniendo el suelo vivo

Subestimar la importancia que tiene el suelo como recurso se trata de un error garrafal. Quizás no lo sepas, pero representa una parte fundamental para el desarrollo de la vida en la Tierra. Su salud está directamente vinculada a la de tus cultivos y, por lo tanto, a la de las personas. Pero, por desgracia, estamos agotando este bien tan preciado. 

Preservarlo se trata del nuevo reto del sector agrícola, pues un suelo vivo es un suelo productivo. Descubre por qué en este artículo.

El suelo… ¿algo vivo?

Un momento… ¿Qué significa exactamente que el suelo está vivo? Básicamente, este concepto alude a que los suelos no se tratan de lugares muertos, inmóviles o inertes. En cambio, son ecosistemas vivos y dinámicos. Eso sí, siempre y cuando se mantengan sanos.

En pocas palabras, un suelo saludable albergará distintos seres vivos: desde algas a insectos, pasando por miles de microorganismos. Todos ellos conforman la biodiversidad que los suelos necesitan para ser productivos. 

¿Cómo ayudan los microorganismos a la calidad del suelo agrícola?

Como lees, en los suelos agrícolas deben habitar microorganismos para resultar de calidad. ¿Quieres saber por qué? Resumiendo, porque estos microbios realizan funciones esenciales para las plantas. Si éstas no se ejercieran, las cosechas no podrían desarrollarse de manera deseable y el suelo no podría ser rentable.

En primer lugar, estos microorganismos de los que hablamos convierten tanto a los minerales como a la materia orgánica en nutrientes para tus cultivos.

Por otra parte, también son beneficiosos porque combaten la propagación de enfermedades y plagas que pueden afligir tus cosechas.

Asimismo, son de gran ayuda para que las plantas absorban agua, entre otras muchas virtudes.

El suelo se está muriendo. Y nosotros lo estamos matando

Sin embargo, al principio de este texto comentábamos que luchar contra el empobrecimiento de los suelos es el gran reto de la agricultura actual. 

Los microorganismos del suelo se están viendo dañados por diferentes factores físicos, biológicos y químicos. De acuerdo a datos de la ONU, estamos perdiendo el 33% del suelo del planeta. Las causas tan diversas como:

  • La progresiva desertización.
  • La contaminación.
  • El agotamiento de los nutrientes que toman las plantas.
  • La abusiva utilización de fertilizantes agresivos.
  • La erosión.
  • La mecanización.
  • Los monocultivos.
  • El exceso de desinfección.
  • El mal manejo del propio suelo: quema, exposición al sol…
  • Etc.

Todos estos hechos afectan negativamente a las funciones de los microorganismos del suelo que tanto benefician a las plantas. 

¿Se puede combatir el empobrecimiento del suelo?

El no luchar contra esta situación sólo pondría en riesgo la salud y la calidad de los cultivos agrícolas. Por suerte, una correcta actuación también puede influir en el suelo y en los cultivos de forma positiva.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que el suelo se pierde más rápidamente de lo que se puede recuperar. De ahí que la cuestión de la sostenibilidad en la agricultura se haya vuelto clave. Sí, empezar a cuidar del suelo es vital para el tamaño y la productividad de las cosechas de hoy, pero también lo es para las generaciones futuras. 

¿Cómo saber si un suelo está vivo?

Antes de determinar cómo revitalizar un suelo, hay que distinguir si su aspecto es el de uno saludable o no. Esto es muy fácil de observar, sabrás que una tierra es sana porque: 

  • Es profunda.
  • Posee un color oscuro.
  • Si la tocas, está mojada
  • Se deshace sin problemas al cogerla con las manos. 
  • Alberga seres vivos, como arañas, hormigas o lombrices.
  • Etc.

Si tu suelo no posee estas cualidades, necesitará acción inmediata.

¿Cómo revivir un suelo agrícola?

Entonces, ¿cómo puedes devolverle la vida a un suelo agrícola? Te damos tres ideas para reanimar su productividad:

  • Abastécelo de microorganismos y macroorganismos.
  • Asegúrate de que posee suficiente humedad
  • Minimiza la utilización de fertilizantes químicos dañinos.

Seguramente, desees conocer qué productos puedes usar para conseguir un suelo vivo, sano y rico. Nuestra recomendación es que comiences a usar:

  • Probióticos: incorporan bacterias beneficiosas para la salud y el crecimiento de las plantas.
  • Prebióticos: sirven de alimento para los anteriores, ya que mejoran su desarrollo. 
  • Simbióticos: esta clase de productos posee tanto probióticos como los prebióticos que los alimentan.

Utilízalos para que tus cosechas absorban adecuadamente el agua y los nutrientes, para que desarrollen mejor sus raíces, para que se vuelvan más resistentes al clima o las enfermedades, etc.

¿Cómo utilizar estos microorganismos correctamente?

Recuerda que, para que esta estrategia agrícola sea eficaz, estos productos (probióticos, prebióticos y simbióticos) han de usarse correctamente, respetando siempre las cantidades indicadas. Así es cómo debes cuidar de tus cosechas. 

Utilizarlos hará que necesites abonar en menor medida tus cultivos. No obstante, te aclaramos que no pueden sustituir a los fertilizantes, por lo que deberás usar biofertilizantes para no dañar tu suelo. 

El suelo vivo: un aliado en la lucha contra el cambio climático

Preservar la biodiversidad del suelo no sólo impulsa la productividad del sector agrícola. También es positivo para todos, ya que ayudará a combatir el cambio climático.

¿Cómo es esto posible? Muy sencillo, los microbios del suelo se encargan de descomponer sustancias contaminantes, convirtiéndolas en unas no tóxicas. 

Cabe resaltar que los suelos suponen una parte fundamental dentro del ciclo del carbono. En cierta manera, limpian el aire que inhalamos, aumentando su calidad y reduciendo los gases efecto invernadero.

Conclusiones

Por fin sabes por qué un suelo vivo es un suelo productivo. Como ya has visto, éste supone un pilar vital para la salud de las plantas y, por tanto, para la de las personas. Por esa razón, preservar su biodiversidad es uno de los desafíos de la agricultura actual.

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