Elegir el tipos de suelos para uso agrícola, es una de las cosas más importantes a la hora de tomar la decisión de realizar un proyecto exitoso. ¿Qué tipo de suelo es propicio para la agricultura? Esta es la pregunta del millón 🙂
Sabiendo de que está compuesto el suelo, se puede empezar hacer los tratamientos específicos para lograr cosechas abundantes y un buen mantenimiento de las propiedades físicas y químicas del mismo.
Imitar a la naturaleza es un buen procedimiento para empezar y lograr tener un suelo fértil y sano. Tratamientos con animales por medio del Pastoreo o PRV, se está convirtiendo en un método muy económico para regenerar ecosistemas, activar la vida macrobiótica y abonar los campos de cultivos.
Una buena rotación de cultivos, sumado a la aplicación de buenos fertilizantes orgánicos, son suficientes para disponer de suelos fértiles en un periodo de tiempo más que aceptable. Share on XAlgunos Productos Recomendados
El suelo para uso agrícola.
En la multiplicación de las plantas un suelo sano resulta de vital importancia. El suelo se compone de diminutas partículas de diferentes materiales rocosos y materia orgánica. Las partículas más finas impiden el drenaje, de forma que el suelo se encharca y tiene poco oxígeno, en tanto que las partículas grandes permiten un drenaje libre y que el aire llegue a las raíces, pero hacen que el suelo se seque rápidamente.
El mejor suelo es el que contiene una mezcla de partículas de distintos tamaños, aunque para ser fértil necesita también minerales como el boro, el cobre, el hierro, el manganeso y el zinc, todos ellos esenciales para un desarrollo sano de la vida vegetal. Los suelos con marga presentan una mezcla de partículas ideal, con un 8-25 % de arcilla, un buen drenaje y retención de agua, y un nivel alto de fertilidad.
Los suelos se clasifican según su contenido de arcilla, fango y arena; Para identificar un tipo de suelo, basta con coger una pequeña muestra del suelo húmedo entre los dedos. De este modo, a la hora de propagar plantas, podrá preparar un suelo con la textura, la fertilidad y el drenaje adecuados. Otro factor a tener en cuenta es la acidez, que se determina mediante el grado de pH, en una escala del 1 al 14.
El pH y la importancia en los terrenos de cultivo
Un pH por debajo de 7 indica que se trata de un suelo ácido, mientras que, si posee un pH superior a 7, es un suelo alcalino. En el mercado encontrará el equipo necesario para averiguar el nivel de pH de su suelo.
Los esquejes requieren un pH bajo, ya que unos valores superiores a 6.5 favorecen la formación de un tejido calloso “duro”, lo que retrasaría el desarrollo de las raíces. Además, mantener un pH de 4.5-5 le ayudará a evitar la proliferación de hongos. Para aumentar la acidez de los suelos alcalino, basta con añadir azufre al suelo.
Tipos de suelos en huertos y jardines.
Es un suelo seco, ligero, arenisco y con muy buen drenaje. No forma “bolas” al intentar moldearlo con los dedos, resulta fácil de trabajar y se calienta rápidamente en primavera, aunque no es demasiado fértil. Suele ser ácido (pH bajo).
Es un suelo de color pálido, poco calado, rocoso, con buen drenaje y baja fertilidad, es un suelo alcalino, con un pH de 7 o superior. Puede ser deficiente en minerales como el boro, el manganeso y el fósforo.
Es un suelo oscuro y rico en materia orgánica, retiene bien la humedad, pero puede resultar excesivamente húmedo. Es un suelo ácido (pH inferior a 7), le suele faltar fósforo y contiene demasiado manganeso o aluminio.
En un suelo sedoso o jabonoso al tacto, con partículas finas y contenido bajo de arcilla. Razonablemente fértil, retiene humedad, pero se compacta fácilmente, en especial al secarse.
Es un suelo húmedo, pegajoso, pesado y de drenaje lento. Si se prensa, se enrolla en una bola maleable que brilla si se aplasta. En muy fértil y tarda en calentarse en primavera, aunque se cuartea con el calor.
Manejo adecuado de los tipos de suelos.
- Si nuestro suelo es arenoso se puede mejorar su estructura con pequeñas cantidades de arcilla. Riegue y abone con frecuencia, y añada materia orgánica para mantener la humedad. Los geles de retención de agua ayudan a pequeña escala.
- El suelo gredoso suele ser suelo “hambriento” que rompe la materia orgánica con gran rapidez; cubra los arriates y los semilleros frecuentemente con materia orgánica, si es posible ácida, como corteza o estiércol.
- El suelo turboso constituye un excelente suelo cuando se encala, drena y fertiliza. Añada tierra caliza o abono de hongos para lograr un pH de 5.8, y añada cascajos para mejorar el drenaje de los arriates y los semilleros.
- Si nuestro suelo es fangoso, facilite la estructura margando o añadiendo abundante materia orgánica voluminosa. Suelo ideal para la propagación de plantas, especialmente para las primeras siembras.
- Si nuestro suelo es arcilloso, añada tierra caliza para facilitar que las partículas finas se junten, pero deje canales de drenaje de arena gruesa o grava. Añada abundante materia orgánica voluminosa para abrir la estructura del suelo.
Tipos de suelos para uso en agricultura.
Los tipos de suelos que existen en el planeta, están delimitados por sus propias características. De hecho es una minoría los que sirven para la explotación agrícola. Por ello la importancia de conservar los suelos fértiles con técnicas agrarias respetables con el medio ambiente.